¿Sabías que un 20% de las consultas en dermatología pediátrica son sobre la dermatitis de pañal? Es por ello que no estamos hablando de algo puntual, sino de una afección que tiene un alto porcentaje de bebés de entre 4 y 15 meses de edad.
Se trata de un tipo de dermatitis que afecta a las nalgas, ingles y genitales de los bebés y que también se conoce como rozadura de pañal.
No hay que confundirla con otros tipos de dermatitis como la dermatitis por hongos, la dermatitis seborreica, la dermatitis por infección bacteriana o la dermatitis por roce. Esta última se debe a que se utiliza un pañal de talla más pequeña de la que necesita el bebé. Por ello, le aprieta, le roza y le irrita la piel y solamente se soluciona al emplear una talla mayor de pañal.
En cambio, la dermatitis de pañal aparece en los pequeños independientemente de la talla que se emplee. Las causas que llevan a su aparición pueden ser varias, como una infección por hongos, los productos químicos y perfumes del pañal que pueden irritar la piel, la introducción de una dieta más sólida en el pequeño o la frecuencia con la que se le cambian los pañales.
Sin embargo, se trata de una de las dermatitis menos complicadas de tratar, pues con un poco de cuidado y dedicación muchos de los casos se solucionan rápido, manteniendo la piel limpia y seca, entre otros remedios como:
- Evitar el empleo del talco o productos en polvo, pues puede complicar la situación e incluso erosionar la piel.
- Si se encuentra muy irritado, es mejor que duerma sin pañal empleando un protector impermeable bajo la sábana, o por lo menos que lo tengamos sin pañal sobre una toalla el máximo tiempo posible.
- Si se emplean pañales de tela, hay que evitar lavarlos con detergentes fuertes y/o perfumados.
-Para mejorar el estado de la irritación, es conveniente la utilización de una crema para dermatitis protectora. Esta formará una suave capa entre la piel del pequeño y el pañal e impedirá que la irritación se agrave.
- Otra recomendación es aumentar la frecuencia de cambiado del pañal de forma considerable, para que el bebé sienta la piel fresca y seca más a menudo.
- Al lavar al bebé, es recomendable prestar especial atención a las nalgas y a los genitales cada vez que se le cambie de pañal, empleando agua tibia, y después secarlo con una toalla suave con leves golpecitos y sin restregar fuerte la toalla, asegurándonos siempre de que se queda bien seco.
Normalmente, al seguir estas recomendaciones, la dermatitis suele desaparecer en más o menos una semana. Si el bebé empeora o la dermatitis no desaparece a pesar de aplicar estos remedios, lo más recomendable será llevarlo a un dermatólogo.